Ojito Sevilla.

Desde su inicio, esta liga parecía y, para muchos, sigue pareciendo estar casi vendida. Madrid o Barça.

El Madrid por su millonaria inversión y el Barça su pasado reciente, eran y son los favoritos para hacerse con el torneo de la regularidad.

Ni Villareal, ni Valencia, ni Atlético parecían poder hacerles frente. Algunos valientes o supuestos adivinos, llegaron a apostar por los del Manzanares, otros por el Valencia y su tridente Silva-Villa-Mata y muy pocos, por el Submarino de Cazorla, Rossi, Senna y compañía. Nadie se acordaba del Sevilla.

En su primera jornada, un césped horrible, indigno de un equipo de la Primera División española y una expulsión de Kanouté marcaron el partido y la primera derrota de la temporada de los de Manolo Jimenez.

Desde entonces, Zaragoza, Osasuna, Mallorca y Athletic en Liga han visto pasar por delante un terremoto de contundecia llamado Sevilla F.C. En Champions, Unirea y Rangers también han sufrido sus efectos.

La prensa extranjera sitúa al Sevilla como uno de los equipos más peligrosos de Europa, para ser concretos, en Glasgow, los periódicos británicos quedaron maravillados por su potencial y les auguraron futuros enfrentamientos en ciudades como Manchester, Londres o Liverpool en fases de la competición avanzadas.

Este fin de semana, domingo a las 9 de la noche, se juga en el Sánchez Pizjuán un duelo entre titanes. La pegada del Madrid con Cristiano, Kaká y Benzema secundado por un gran Xabi Alonso y un muro como es Lass Diarrá contra un Sevilla que impresiona, un equipo con una defensa sólida, unas bandas impresionantes y una delantera de lujo.


El Sevilla debe dar el do de pecho, un golpe de efecto a esta Liga casi decidida antes de ser jugada. Demostrar que son válidos para pelear contra los dos últimos campeones y que deben ser tenidos en cuenta.

Ganar debe ser una obligación si se quiere estar arriba Son un buen equipo, un buen conjunto.