En el Mundial de Alemania 2006, España desplegó un fútbol impresionante, arrasó en la fase de grupos pero, como de costumbre, cayó ante Francia. En Korea, contra la anfitriona merecimos pasar, pero también caímos injustamente. En la Eurocopa Portugal ni siquiera pasamos de la fase de grupos.
Llegó el Europeo de Austria y Suiza, en la fase de grupo metimos la quinta marcha y no nos paró nadie; en cuartos, Italia y la maldición, jugó mejor España pero el partido se tuvo que decidir en los penalties, Casillas paró dos y Cesc metió el decisivo. Estabamos en semifinales. La afición estaba eufórica y el país entero ilusionado con su equipo.
Rusia no fue rival en semifinales, la superamos con una victoria contundente y una gran segunda mitad.
Llegó la gran final, el día que muchos esperabamos poder y que creíamos que nunca sería posible. Alemania era el rival a batir, el último obstáculo antes de levantar la preciada, deseada y tan esperada copa.
España en vilo, las calles desérticas y las televisiones encendidas. Un nudo en la garganta con cada ocasión del rival y sonido de toda España gritando con el gol de Torres.
La copa era nuestra.
2 comentarios:
Fue increible.. no puedo analizarlo objetivamente porqué lo viví como un forofo. Recuerdo especialmente el partido contra Rusia, fue casi un orgasmo.
Saludos
Me gustado visitar tu blog.
Saludos
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